El camino del amor
Cuando te llame el amor, síguele,
aunque sus caminos sean ásperos y empinados.
Y cuando sus alas te envuelvan, entrégate,
aunque te pueda herir la espada oculta entre sus plumas.
Y, cuando te hable, créele,
aunque su voz perturbe tus sueños
como arrasan el jardín las ráfagas del viento norte.
Pues, a la vez, el amor te corona y te crucifica.
A la vez, él te hace crecer y te poda.
Y mientras te eleva a las alturas y acaricia
tus más tiernas ramas que tiemblan al sol,
baja, también, a tus raíces y las sacude
para que no se agarren a la tierra.
aunque sus caminos sean ásperos y empinados.
Y cuando sus alas te envuelvan, entrégate,
aunque te pueda herir la espada oculta entre sus plumas.
Y, cuando te hable, créele,
aunque su voz perturbe tus sueños
como arrasan el jardín las ráfagas del viento norte.
Pues, a la vez, el amor te corona y te crucifica.
A la vez, él te hace crecer y te poda.
Y mientras te eleva a las alturas y acaricia
tus más tiernas ramas que tiemblan al sol,
baja, también, a tus raíces y las sacude
para que no se agarren a la tierra.
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Deinonychus -