El Camino de Santiago VI. Aceptar mis limitaciones
El esfuerzo de cada día te lleva
a conocer los propios límites;
no hacemos el Camino que queremos,
sino el que podemos.
Las etapas se acaban cuando ya no podemos más,
o cuando hemos decidido
conservar fuerzas para el día siguiente
el Camino nos descubre nuestra radical indigencia.
No somos máquinas,
sino personas, con capacidades reducidas.
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