Blogia
cuatrodecididos

camino

El Camino de Santiago VI. Aceptar mis limitaciones

El Camino de Santiago VI. Aceptar mis limitaciones

El esfuerzo de cada día te lleva
a conocer los propios límites;
no hacemos el Camino que queremos,
sino el que podemos.
Las etapas se acaban cuando ya no podemos más,
o cuando hemos decidido
conservar fuerzas para el día siguiente
el Camino nos descubre nuestra radical indigencia.
No somos máquinas,
sino personas, con capacidades reducidas.

José María Alvear, sm

El Camino de Santiago V. Escapar de la monotonía

El Camino de Santiago V. Escapar de la monotonía

El Camino me lleva a escapar de la monotonía;
en la vida cotidiana tenemos el peligro
de caer en la lógica de que "todo se repite cada día"
y llegar a pensar que "todo da igual".
En el Camino nos hacemos conscientes
de que los esfuerzos reciben su mérito,
porque las distancias se acorta,
los paisajes se superan y podemos mirar atrás,
hacer memoria de lo recorrido
y decirnos: ¡Cuánto he andado!

José María Alvear, sm

El Camino de Santiago IV. Un camino interior

El Camino de Santiago IV. Un camino interior


El Camino tiene muchas ocasiones
para conocerte a tí mismo;
desde nuestro cuerpo, hasta nuestra voluntad;
todas nuestras dimensiones entran en juego
para poder llegar a la meta.
El Camino es un Camino interior,
donde mis pasos me llevan cada vez más hondo en mí.
A muchos el Camino les regala el don
de conocerse y aceptarse mejor.

José María Alvear, sm

El Camino de Santiago III. Vivir el presente

El Camino de Santiago III. Vivir el presente

La primera experiencia que me aporta el Camino
es la inutilidad de las previsiones;
se llega cargado de expectativas,
pero el día a día va exigiéndote que las cambies:
no es solo vivir al día sino vivir el presente,
sin más pretensiones que
disfrutar de lo que tienes delante.

José María Alvear

El Camino de Santiago II. Ponerse en camino

El Camino de Santiago II. Ponerse en camino

Tomar la decisión de hacer el Camino
supone la opción de ponerse en camino;
desde ese momento eres peregrino, alquien que,
aunque se fija una meta (sabe a dónde va),
sólo sabe que llegará, si Dios quiere, algún día.
Mientras tanto, se instala en la provisionalidad,
se abandona a la providencia...
y a la solidaridad de los demás.

José María Alvear, sm

El Camino de Santiago I. Una parábola para la vida

El Camino de Santiago I. Una parábola para la vida

Un conjunto de reflexiones de José María Alvear acerca del Camino de Santiago....

El Camino es una parábola de la vida,
en la que recordamos muchas cosas que,
en el ajetreo de nuestros compromisos y trabajos,
hemos olvidado o descuidado.
El Camino es una escuela para la vida,
no un paréntesis en ella:
se es peregrino a partir del Camino,
pero después se vive en casa siendo peregrino.