Semillas
Una persona se acercó a la Tienda de las semillas y se dio cuenta
de que tras el mostrador se hallaba el mismo Dios.
-¿Qué deseas, hijo?- le preguntó.
El hombre respondió:
- Deseo el amor, la bondad y la justicia, no sólo para mí sino
también para todos los seres humanos.
Y Dios le repicó:
- Hijo mío, creo que no has leído bien; aquí no vendemos frutos,
sino semillas.
Tony de Mello
de que tras el mostrador se hallaba el mismo Dios.
-¿Qué deseas, hijo?- le preguntó.
El hombre respondió:
- Deseo el amor, la bondad y la justicia, no sólo para mí sino
también para todos los seres humanos.
Y Dios le repicó:
- Hijo mío, creo que no has leído bien; aquí no vendemos frutos,
sino semillas.
Tony de Mello
1 comentario
Deinonychus -