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Responsabilidad social

Responsabilidad social ¿Es rentable garantizar los derechos laborales de los trabajadores en los países en desarrollo?
El último documento de Intermón Oxfam, Marcando tendencias, destaca que es posible compaginar la Responsabilidad Social Corporativa y los beneficios

Las empresas textiles españolas pueden garantizar los derechos laborales de los trabajadores, especialmente de las mujeres, en los países en desarrollo y aplicar criterios de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) sin perder competitividad en el mercado. Esa es la conclusión principal del documento Marcando tendencias. Hacia un negocio socialmente responsable, presentado hoy por Intermón Oxfam.

El actual proceso de deslocalización, en el que las empresas tratan de reducir sus costes trasladando parte de su producción a países en desarrollo, no justifica una carrera para ahorrar gastos a costa de aumentar la precariedad laboral. "Sí que existe un margen de maniobra para desarrollar más la RSC sin por ello perder competitividad", reconocen fuentes empresariales citadas en el documento.

Marcando tendencias. Hacia un negocio socialmente responsable es un nuevo paso en el trabajo que estamos realizando desde Intermón Oxfam en el ámbito de la RSC y la protección de los derechos laborales en el sector textil español y en las empresas subcontratadas en los países en desarrollo.

El informe pide a las empresas textiles que analicen su política de negocio, con la participación de sus grupos de interés, para identificar las prácticas de compras que impiden a sus proveedores aplicar los criterios de RSC. Además de que estos criterios impregnen todas las actividades de la empresa, el documento propone una serie de medidas que pueden facilitar la gestión de las fábricas, y con ello mejorar las condiciones laborales de los trabajadores:

· Planificar y anticipar los pedidos, para que los proveedores puedan organizarse y reducir los excesos de horas de trabajo.
· Mantener una relación estable con los proveedores, que facilite la planificación del trabajo.
· Asegurar unos precios sostenibles que contribuyan al pago de sueldos dignos a los trabajadores.

"Algunas empresas nos adelantan pedidos si lo necesitamos para que las cadenas de producción no se paren. Nos dan estabilidad para trabajar todo el año", afirma un responsable de una cadena de producción citado en el documento.

La investigación ha revelado que el impacto positivo que provoca la buena práctica de una sola empresa se puede perder si se convierte en un caso aislado y otras no siguen sus pasos. Por esta razón, se hace evidente que la Federación Española de Empresas de la Confección, organismo representante del sector, tiene la responsabilidad de formar, incentivar y promover la RSC entre sus empresas.

"Sabemos que es posible adoptar prácticas concretas que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores sin perjudicar la competitividad de la empresa. Para ello, hace falta una actuación conjunta del sector, bajo el liderazgo de las empresas más representativas", dice Isabel Tamarit, responsable de RSC en Intermón Oxfam y autora del informe.

Por supuesto, las empresas subcontratadas deben poner de su parte. Tienen que transferir el margen de maniobra que les ofrecen las buenas prácticas de sus clientes y transformarlo en mejoras de las condiciones laborales de sus trabajadores –un salario digno, jornadas razonables y contratos estables–, contribuyendo de esta forma a que ejerzan su derecho a tener una vida digna.

El Estado, primer responsable del cumplimiento de este derecho, debe establecer un marco normativo suficiente que asegure que sus empresas respetan la normativa internacional –incluida la que hace referencia a los derechos laborales– en cualquier lugar en el que operen.

Para más información: Intermón Oxfam

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