Un hombre pregunta (I)
¿Dónde está Dios?
Se ve, o no se ve.
Si te tienen que decir dónde está Dios,
Dios se marcha.
De nada vale que te diga que vive en tu garganta.
Que Dios está en las flores y en los granos,
en los pájaros y en las llagas,
en lo feo,
en lo triste, en el aire, en el agua;
Dios está en el mar y a veces en el templo,
Dios está en el dolor que queda
y en el viejo que pasa
en la madre que pare y en la garrapata,
en la mujer pública
y en la torre de mezquita blanca.
Dios está en la mina y en la plaza,
es verdad que está en todas partes,
pero hay que verle sin preguntar
como si fuera mineral o planta.
Quédate en silencio,
mírate la cara,
el misterio de que veas y sientas,
¿no basta?
Pasa un niño cantando,
tú le amas,
ahí está Dios
Gloria Fuertes
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