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Nuevo General de los Jesuitas

Nuevo General de los Jesuitas


El español Adolfo Nicolás, elegido nuevo Prepósito General de la Compañía de Jesús


Después de 25 años de excelente mandato del Padre Peter Hans Kolvenbach, la Compañía de Jesús seguirá en muy buenas manos. La elección de su sucesor en la mañana de ayer en Roma fue muy rápida pero, sobre todo, recibió la confirmación inmediata del Papa y un caluroso elogio del Vaticano a las pocas horas desde las páginas de «L“Osservatore Romano». El español Adolfo Nicolás, que hoy presidirá una solemne misa de acción de gracias en la iglesia romana del Gesú, comienza su mandato con el aplauso del Vaticano y de los jesuitas de todos los continentes.

Tanto la Santa Sede como los principales responsables de la Compañía de Jesús destacaron ayer que el perfil biográfico del Padre Adolfo Nicolás es muy similar al del carismático padre Arrupe, quien llevó el timón de la Orden desde 1965 hasta 1983. El Padre Nicolás fue también provincial de Japón y desarrolló su misión en ese país la mayor parte de su vida, antes de ser llamado a Roma. A la lógica alegría de los jesuitas de Asia se sumaba ayer el entusiasmo de los jesuitas americanos, y el de muchos españoles.

A pesar de que acababa de caerle sobre los hombros el peso de la mayor orden religiosa, con casi 20.000 miembros, el Padre Nicolás estaba ayer sereno y sonriente, sin aspavientos, en una actitud de afectuosa normalidad. A primera vista es un hombre sencillo, que no hace notar ni su inteligencia ni otras muchas dotes elogiadas por sus hermanos.

46 años en Oriente

En ese ambiente familiar, Nicolás recibía ayer abrazos y estrechones de manos de los jesuitas de la Curia ataviado con un elegante chal de colores —prueba visible de su inculturación en Asia, donde ha vivido 46 años—, mientras sus gafas anticuadas dejaban claro que sabe cuidar los objetos personales y ahorrar gastos. En la casa central de los jesuitas, el clima había cambiado por completo en pocas horas: los cuatro días de silencio y ayuno previos a la elección daban paso a una jornada de auténtica fiesta.

Al segundo escrutinio, los 217 electores entre los 225 participantes en la Congregación daban la mayoría absoluta a un candidato que, según confirmó en menos de dos horas «L”Osservatore Romano», reúne «las cualidades requeridas para una revitalización de la Compañía, según las indicaciones de la carta enviada por Benedicto XVI al Padre Kolvenbach al comienzo de la Congregación General». En una orden religiosa que se caracteriza por su «cuarto voto» de obediencia al Papa, la sintonía con el Santo Padre es un elemento fundamental.

Según el diario oficioso del Vaticano, el 29 sucesor de San Ignacio de Loyola es «una persona de gran experiencia en el terreno del gobierno, la formación, la enseñanza teológica y la inculturación de la fe», que eran los puntos señalados en la carta del Papa junto con «la relación entre Jesucristo y las religiones», que el Padre Nicolás conoce perfectamente por haber pasado su vida entre sintoístas, budistas y protestantes.

Adolfo Nicolás nació el 29 de a abril de 1936 en Palencia, entró en el noviciado de Aranjuez en 1953 y se licenció en Filosofía en Alcalá de Henares en 1960. Desde 1964 a 1968 estudió teología en Tokio, donde se ordena sacerdote en 1967. Dedica tres años en Roma a realizar un máster en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana y vuelve como profesor de la Sophia University en Tokio al país donde pasará casi todo el resto de su vida —salvo un paréntesis de seis años dirigiendo el Instituto Pastoral de Manila— y del que fue provincial entre 1993 y 1999.

También en Filipinas

Con la misma sencillez demostrada como provincial, el Padre Nicolás se dedicó después durante tres años a la atención de una parroquia de inmigrantes, en su mayoría filipinos, en Tokio. En 2004 volvió a Manila como presidente de la Conferencia Jesuita de Asia Oriental y Oceanía.

Las últimas declaraciones extensas del ahora nuevo Prepósito fueron realizadas a «Province Express», la revista de los jesuitas de Australia, y dan una buena idea de su pensamiento. El Padre Nicolás confesaba en diciembre tener «un sentimiento, impreciso y difícil de definir, de que algunos elementos importantes de nuestra vida religiosa no reciben la atención que merecen». En su opinión, «hemos sido diligentes en resolver nuestros problemas allí donde los hemos visto, pero la sensación de inquietud en la Compañía y en la Iglesia no han desaparecido».

El Padre Nicolás, que no formaba parte de los 217 electores pero sí ha jugado un papel importante en el trabajo preparatorio de esta 35 Congregación General, consideraba necesaria «una reflexión más profunda sobre nuestra vida religiosa en la actualidad» para responder a una pregunta dolorosa: «¿Cómo es posible que despertemos tanta admiración y tan pocas vocaciones?».

El padre Thomas Smolich, presidente de la Conferencia de Jesuitas de Estados Unidos, manifestó ayer a la agencia de noticias del episcopado americano que «el Padre Nicolás es un gran hombre. Sabe inspirar, es un santo y representa un gran puente entre las diversas culturas dentro de la Iglesia». Además, aunque cuenta 71 años, «tiene la energía de un hombre mucho más joven».

Según el presidente de los jesuitas americanos, «hemos escogido uno de los hombres de mayor calidad en la Compañía. Es un experto en relaciones del cristianismo con otras religiones y capaz de trabajar en sintonía con el Papa y el Vaticano».

«Experto en la universalidad»

A su vez, el portavoz de la Compañía de Jesús, José María de Vera, que le conoce por haber pasado también la mayor parte de su vida en tierras japonesas, destacó que el nuevo Prepósito General «es una persona muy abierta, muy informada y un experto en la universalidad y la inculturación del cristianismo».

El Padre Nicolás presidirá esta tarde una solemne misa de acción de gracias en la iglesia del Gesú, donde reposan las reliquias del fundador de la Compañía y donde permanece continuamente encendida una lámpara desde el comienzo de esta 35 Congregación General, que se prolongara todavía durante mes y medio. El Papa Benedicto XVI recibirá a los nuevos superiores de la Compañía, que serán elegidos la semana próxima, y a los participantes en la Congregación el próximo 21 de febrero.

Juan Vicente Boo

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