Misterio universal
La preguna del ateo,
la oración del creyente,
un amor en crecimiento,
un relato que se agota,
se encuentran un día
con el silencio,
como única respuesta
del misterio.
Cuando no soportamos
el silencio del misterio,
convertimos impacientes
la cruz en espada,
y la media luna en alfanje;
comparamos el agua del Jordán
con la del Ganges
para abluciones rituales,
y apretamos el catecismo
como un pasaporte exclusivo.
Cuando no soportamos
el silencio del misterio,
no permitimos gestaciones
en la noche
en lo diferente,
y abortamos
preguntas y oraciones,
amores y relatos.
Pero toda pregunta humana,
toda inquietud verdadera,
tenga el color que tenga,
es una siembra
en el silencio
Desde el misterio
brotará a su hora exacta
un alimento para todos
Benjamín González Buelta
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