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Jon Sobrino, pata negra

Jon Sobrino, pata negra


Sobre la `notificatio´ de la Santa Sede a Jon Sobrino

El calificativo Pata negra, en su sentido estricto, se usa para distinguir a los jamones de una calidad superior. La gran afición por el citado alimento ha llevado a que se emplee, en sentido amplio, para resaltar a cualquier otro alimento por su calidad, o incluso a personas por su brillantez humana y profesional.

Éste es el caso del jesuita Jon Sobrino que no sólo ha dado un ejemplo de cristiano comprometido con sus semejantes sino que es, sin duda, uno de los más brillantes teólogos no sólo de Latinoamérica sino de toda la Iglesia.

Estamos hablando de un hombre que ha vivido el martirio de muchos de sus compañeros y amigos en El Salvador, donde reside y fue uno de los fundadores de la Universidad de Centro América, como el magnicidio de monseñor Óscar Romero; e incluso estuvo a punto de sufrirlo en su propio cuerpo, cuando se produjo el asesinato de Ignacio Ellacuría y otros tantos jesuitas y personal de la UCA , en 1980.

Su relación con la Congregación para la Doctrina de la Fe no ha sido pacífica (como ha ocurrido con tantos otros brillantes teólogos), pero debemos matizar algunas de los comentarios que sobre este tema se han vertido en los últimos días.

Jon Sobrino es autor de numerosas publicaciones pero la citada Congregación fija su atención en dos: Jesucristo Liberador (Trotta, 1991) y La fe en Jesucristo. Ensayo de las víctimas (Trotta, 1999). Ambos libros han sido traducidos a varios idiomas y han sido revisados por otros tantos teólogos expertos en Cristología, tal es así que el primero de ellos en su traducción al portugués recibió la autorización del Cardenal Arns.

La conclusión del ex Santo Oficio (Inquisición) no es que se falsifique la verdad de Cristo sino que no coincide en algún punto con la interpretación de la doctrina católica.
Seamos serios.

La iglesia es plural y en ella caben desde la Teología de la Liberación hasta los seguidores ultra-conservadores de monseñor Lefevbre. Más aún cuando se habla tanto de la unión con ortodoxos e incluso con la Iglesia Anglicana, con las cuales creemos que también habrá motivos de discusión teológica.

Uno de los puntos que se discute es la afirmación del citado jesuita sobre los pobres como lugar de hacer teología. Señores, tales son las posibilidades de interpretación que el mismo Juan XXIII ya hablaba de la Iglesia de los pobres y de la utopía para darles esperanza.

De todas formas la notificación no lleva aparejada sanción ni prohibición alguna, de suerte que algunos deberían mejorar sus fuentes de información.

Desde nuestra Comunidad damos todo nuestro apoyo a Jon Sobrino y nos reafirmamos en la idea de que la Iglesia debe estar ante todo con los pobres y los marginados, y centrar su esfuerzo en eliminar estas situaciones.

Por el bien de todos. La Iglesia es un lugar de encuentro y de paz. Antes de ver la paja en el ojo ajeno hay que ver la viga en el propio.

Jorge Emperador Bartumeus y el resto de miembros de la Comunidad de Vida Cristiana Pignatelli.

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